La ubicación del bonsái depende de la especie, y puede colocarse al aire libre o en el interior. Sin embargo, ningún árbol es naturalmente un árbol de interior, por lo que siempre que sea posible hay que favorecer el exterior.
Si se mantiene en el interior, el bonsái debe mantenerse alejado de fuentes de calor o frío intensos, como chimeneas, calefactores y aire acondicionado, ya que estas condiciones pueden afectar a su salud. Hay que asegurarse de que reciba suficiente luz natural y de que haya una buena circulación de aire.
Evite mover con frecuencia su bonsái, ya que el árbol necesita tiempo para adaptarse a su entorno. Elija un lugar adecuado y estable para garantizar su crecimiento saludable.